Dania Virgen García
En la tarde del día 20, el licenciado Eisnier Noa Matos, me notificó por
vía telefónica que el lunes 23, fecha en que se conmemoraría un aniversario más
del Mártir ¨Orlando Zapata Tamayo¨, tenía que presentarme a las 9 de la mañana
en el Tribunal Provincial Popular de La Habana Vieja, para el recurso de ¨cobro
por peso¨ impuesto el 2 de febrero de 2014 al carpintero Enrique Henrique
Delgado por unos trabajos de carpintería que le solicité el 16 de mayo de 2013,
que no cumplió.
Dicho juicio, se realizaría en la sala segunda de lo civil.
En el tribunal estaban, los ex presos políticos Madeline Lazara Caraballo,
Luis Enrique Labrador Díaz, y David Piloto Barceló, y la opositora pacifica
Caridad Montaña. Subimos hasta el segundo piso y esperamos en el salón.
Antes de comenzar el juicio, en más de tres ocasiones, fui llamada sin
explicaciones.
Minutos después, abrieron la sala de lo civil, nombraron a todos los
citados, menos a mí. Al rato, se me
llamó y condujo hasta el final del pasillo, la secretaria me dejó frente a la
sala secta, delitos contra la “Seguridad del Estado”, creí que el juicio se suspendería, el
oponente, y mi abogado, no se
encontraban.
En los minutos que estuve parada allí, me percate, que en la puerta había
un papel que decía ¨sala de lo civil ¨.regreso al salón donde había dejado a
mis acompañantes, les comenté que el juicio lo harían en la mencionada sala.
Los cuatros me acompañaron hasta el pasillo, y nos dimos cuenta, ¨que algo
no andaba bien¨.
La secretaria me ordenó a pasar, antes, le manifesté, que debíamos esperar
a mi abogado, me dijo, que entrara que los jueces me explicarían.
Made le preguntó si ellos podían entrar- ella acento un sí, con la cabeza.
Llegó el momento de la verdad: Una vez más, fui centro de engaño, y descaro
por parte de los representantes de las leyes cubanas.
La sala fue cerrada, se encontraba: la supuesta abogada que representó a la
contraparte, ¨digo supuesta, porque según
mi abogado, era un hombre¨, la presidenta, cuatro jueces, y la secretaria.
Se me explicó, que no era un juicio, sino, un proceso aclaratorio de las
partes.
Manifesté mi inconformidad, explicando que mi abogado no estaba presente y
el emplazado tampoco, que se debía suspender el juicio. La presidenta muy
incómoda, se negó, alegando que yo podía responder las preguntas que se me
hiciera sin el abogado. Con esta contundente respuesta, noté que se estaba
respirando un ambiente de hostilidad.
Le aclaré, que para el proceso, me exigían un abogado, y se me estaba
privando de ese derecho, que no importaba, que daría mi declaración.
Durante el tiempo en que exponía mis argumentos, observé que dos de las
juezas, se miraron entre sí, e hicieron gestos de antipatía, les pregunté si
había infringido en algo.
La presidenta que ya estaba descompuesta, me insultó, me llamó conflictiva,
le referí que yo no había hecho las
muecas.
Desde el inicio, fui agredida verbalmente, de perjudicada, pase a ser la
victimaría.
Terminé por comprender, lo que estaba sucediendo. La policía política me
había preparado una trampa. En la que no caí.
Otros de los riesgos que tenemos que enfrentar los opuestos al gobierno.
La contraparte Enrique Henrique, respondió la demanda el 27 de noviembre de
2014. Nueve meses después que mi abogado presentara la reclamación. Al año se
efectuó lo que ellos llamaron aclaración.
El absolutismo engendrado por el régimen, ha logrado que los representantes
de las leyes, que se supone que estén de parte de la justicia, las quebranten
impunemente sin escrúpulos
La escena concluyó, ¨tengo que
presentar más pruebas¨. ¿No sé, cuáles pruebas quieren que presente?
A la salida del tribunal me tropecé con el abogado, me pidió disculpas por
la demora. Le conté lo sucedido, y lo dejé en el tribunal.
¿Qué más falta?
Desde mediado de 2013, hasta
la fecha, habido un aumento de vejámenes, provocaciones y campañas contra mí
persona.
¨Nada de lo que me suceda, es casual. Todo está bien
calculado por la dictadura de los Castros¨.
dania@cubadentro.com