Yunior
Torres González
Yunior Torres González
pasillo I celda 8, prisión provincial de las Tunas.
En nombre de la inmensa
mayoría de los presos de la prisión provincial, y de toda la población penal
del país:
Hermanos, inicio con un
fraternal abrazo, y mis más sinceras manifestación de alegría por sus regreso a
la patria, quien mejor que nosotros que conocemos el sufrimiento de tantos años
de prisión para estar consciente de lo que significa la alegría de estar en
libertad y compartirla con sus seres más queridos.
Llegue a ustedes la
felicitación con su arribo a la nación, pues se fortalecen nuestras ya casi
perdidas esperanzas.
En primer lugar: Reclamamos
justicia desde la inhumana existencia de las difíciles e injustas cárceles en
donde cotidiano e impunemente se violan con naturalidad nuestro derechos más
elementales, reconocidos en los pactos y conversiones de los DHDH, y en las
reglas mínimas para el tratamiento a los sancionados, que existe aún en nuestra
constitución de la república, que ignoran los funcionarios penitenciarios de
mayor y menor rango, en todos los centros penitenciarios del sistema nacional.
En segundo lugar: Que se pueda
realizar un día, una amnistía como establece la carta magna, como se hace en
todos los países del mundo, excepto en la Cuba comunista, un reajuste de
sanción por la inhumana modificación del código penal de la nación, que tan
elevados marcos penales establece por delitos que no son más que la
consecuencia lógica del terrible sistema de supervivencia en el que
sobrevivimos desde hace más de cinco décadas.
De esta manera se le pueda
dar oportunidad a tantos hombres que llevamos más años que lo que ustedes
pasaron en prisión, y nos restan por extinguir más de los que ya hemos
cumplido, sin haber cometido delito de elevada peligrosidad social.
Compatriotas, los llamo así
con sincera emoción, pues a pesar de que tenemos diferencias ideológica por la
sencilla visión, que al parecer ustedes no poseen por el gobierno en el poder,
de las condiciones extrema de pobreza en que mantienen a un 85 por ciento de
nuestro sufrido pueblo, donde todo es apariencia. Además pienso que con tantos
años compartiendo con personas de ideología diferentes, hayan aprendido a
respetar y valorar la diversidad, aunque les diré, que desafortunadamente esa
hermosa cualidad humana, no se enseña en Cuba.
Admiramos la firmeza y el
valor con que un día se dispusieron a pasar en la primera línea de combate, en
defensa de una noble causa, luchar contra el terrorismo, defender a la patria
de los peligros del que la amenaza, es la más digna y honorable causa por la
que un hombre debe luchar, por eso es tan importante que estemos siempre
preparados para identificar esos peligros, que no siempre provienen de los
lugares y las personas que esperamos.
Es un verdadero orgullo para
nosotros poderlos llamar hermanos, o gigantes, como ustedes, y es por eso que
sentimos tanta alegría al escucharlos que regresaban dispuesto a luchar por el
bienestar de su patria y cumplir cualquier misión en beneficio de este pueblo
que tanto luchó por ustedes, considerando que miles y miles de nuestras madres,
padres, hermanos y familia en general, olvidando muchas veces la triste
realidad de sus verdaderos hijos y hermanos que llevamos en prisión en tantos
años, y la pobreza en que viven, se sumaban días y noches a las campañas en
honor a su liberación.
Así que les convocamos y
exhortamos a informarse, no por las fuentes oficiales del gobierno, ni por los
medios de difusión que solo responden a los intereses del Partido Comunista de
Cuba, porque los periodistas cubanos, que hoy se proclaman herederos del
periodismo martiano, han sido adoctrinados con la máxima, que para un
revolucionario no hay más verdad que la del PCC y el gobierno.
Tenemos confianza que por
encima de todo, ustedes mantendrán sinceridad moral, sus sentidos de justicia,
y el humanismo que los ha caracterizado, ese que identifica a los hombres que
son capaces de sacrificarlo todo por las causas más nobles y que los enseñan a
ponerse siempre del lado de la razón, a reconocer la verdad, aun cuando este
les muestre que han estado equivocados, preparados siempre para luchar contra
las injusticias mayores que sufre nuestro pueblo. No es necesario que cumplan
misiones internacionalistas, por muy importante que este sea, sino, luchar
aquí, para cambiar todo lo que debe ser cambiado.
Los presos cubanos apoyados
por nuestras madres, padres y hermanos, aquellos que un día hicieron por
ustedes, los emplazamos a que comiencen un recorrido por todas las cárceles de
los verdaderos centro de terror, régimen especiales, áreas de seguridad, las
llamadas tapeadas que son las celdas de castigos, y los llamados plan de
confianza, junto a las organizaciones no gubernamentales de DHDH de Cuba, e
internacional. Así verán la imagen distorsionada que dan los periodistas oficialistas
y el gobierno.
Ustedes que dicen que
conocieron el dolor al estar privado de libertad, y en algunos momentos de su
prolongado encarcelamiento, dicen, que le fueron violados y pisoteados todos
sus derechos, les pedimos que no se dejen manipular, y si van a responder
positivamente nuestra solicitud, como esperamos, en cumplimiento de lo que
podemos llamar una tarea verdaderamente patriótica, y revolucionaria, en honor
del pueblo cubano. Entonces visiten las hacinadas cárceles, y entren confiados
que recibirán calurosa bienvenida de toda la población penal.
Observaran con sus propios
ojos, y conocerán por fuentes directas, las experiencias vividas de los presos
cubanos, los tratos crueles, e inhumanos y degradantes, traducido en torturas
físicas y sicológicas, pésima e insuficiente alimentación, con cantidades de
personas desnutridas, tuberculosos, enfermos de VIH-Sida, desequilibrados
mentales producto al régimen que imperamos, pacientes con enfermedades crónicas
no compatible al régimen penitenciario, insuficiencia en la atención médica, y
con la mayoría de los medicamentos más necesarios siempre en falta.
Insalubridad en todos los
establecimientos penitenciarios, carencia en el agua potable, deterioro en el
sistema sanitario, y demasiadas filtraciones en los techos.
Existe ensañamiento en cuanto
a las medidas disciplinarias impuestas a los reos, por reclamar sus derechos
más elementales; además de una desmedida máxima corrupción de todos los niveles
de las direcciones carcelarias.
Todo esto y más, es una
triste realidad que ustedes deben de conocer.
Al redactar esta carta lo
hago consiente de dos cosas, la primera, que recibirán información negativa de
quien la escribe, y la segunda, es que estoy consciente de los riesgo a que
estoy exponiéndome, al conocerse esta carta, trataré que el contenido de la
misma sea publicada para que se conozca en el mundo entero, como se dio a
conocer la situación de ustedes en presidio.
¨Así que en sus manos está el
demostrar que son los verdaderos héroes de la patria¨……
dania@cubadentro.com