Dania Virgen García
Miliaine Hernández González pasó 30 semanas de gestación. Fue su primer
embarazo.
La mañana del 14 de julio, cuando la embarazada sintió las primeras
contracciones, su hermana fue en busca de la doctora del médico de la familia
para que se presentara en la vivienda para examinar a la paciente, pero nunca
apareció.
A las 12 del día, el matrimonió salió en busca de un carro, se dirigieron
al Hospital materno, ¨Leopoldito Martínez¨, de San José de las Lajas.
La gestante llegó con dolores de parto. La doctora de guardia tuvo que
acostar a la paciente en una camilla en malas condiciones higiénicas, cubierta
de papel, en la recepción del hospital, para poder hacer el trabajo de parto.
En ese momento no tenían set de parto ni suministros médicos.
Él bebe demoró varios minutos encima
de la madre porque no tenían con qué seccionar el cordón umbilical. Luego de un
rato, apareció un bisturí que fue lo que usaron para el corte del cordón.
Al nacer el niño antes de tiempo, tuvo dificultades pulmonares.
La incubadora se encontraba en un cuarto guardada, y sucia que tuvieron que
higienizarla y esterilizarla.
Luego tuvieron que ponerla a la corriente y esperar que alcanzara los 30 grados de temperatura. Él
bebe permaneció más de 20 minutos, introducido en javitas de nylon con un foco.
A la madre le subió la presión arterial, pero en el hospital tampoco había
el medicamento en existencia para bajarle la presión. Un enfermero tuvo que
dirigirse a la farmacia en una bicicleta y comprar la medicina.
La doctora y los enfermeros solicitaron varias veces que enviaran una
ambulancia para el trasladado de la recién parida y el bebé hacia el Hospital
Gineco-Obstétrico del municipio Güines.
La ambulancia demoró cuatro horas.
La vacuna que tenía que ser puesta a la madre antes del parto para evitar
que el recién nacido si nacía antes de tiempo
tuviera complicaciones, tampoco pudieron ponérsela antes de las dos
horas, porque no la tenían. La vacuna se le puso cuatro horas después en el
hospital de Güines.
Esta vacuna se produce en el país pero los médicos evitan ponérselas a algunas embarazadas con el
pretexto de que es muy cara.
Él bebe llegó con serias complicaciones al hospital, por lo que tuvo que
ser entubado.
De una vacuna que debía ser suministrada, le tuvieron que poner cuatro, lo
que le provocó al bebé dos hemorragias
cerebrales y una pulmonar, rebasándolas todas.
A los días, los médicos aseguraron
que él bebe estaba evolucionando bien.
El pasado 21 de julio, a las 4 y 15 de la tarde, falleció, según los
médicos, debido a que nació con una
malformación intestinal.
Los padres solicitaron una pesquisa de la verdadera causa de la muerte.
Para conocer los resultados tienen que esperar un mes.
El matrimonio joven pretendía incinerar a su bebé en el crematorio de la
provincia, pero no pudo ser porque no había gas. Tampoco pudieron en el
crematorio del municipio Guanabacoa, en
la provincia de la Habana, porque no está funcionado.
Afirmaron las fuentes que el Ministro de Salud, un día antes comunicó a la
provincia que la visitaría el día 16. El 15 apareció un carro con todos los
suministros médicos, y medicamentos hasta para los pacientes ingresados.
Llevaban días en ausencias de ellos.
Hace a aproximadamente un mes una paciente falleció, debido a las malas
condiciones del hospital y la negligencia de los médicos y enfermeros.
dania@cubadentro.com