Dania Virgen García
Desde la prisión disciplinaria Kilo 9, en la provincia de Camagüey, el preso
contestatario Eduardo Gamboa Suarez, ex sargento instructor de la FAR, informa
que fue amenazado por los jefes de la prisión y la policía política.
Aseguró la fuente que el jefe de la prisión, el teniente
coronel Miranda, el jefe del control penal, el capitán Ángel, el pasado 30 de
junio, en la oficina del jefe del primer jefe, puso frente a él a la sicóloga
militar Yulaimi y su ayudante Yuliet, y bajo coacción desmintieron la declaración dada por él en cuanto a estas
oficiales.
Dicha información se refería a los hechos del pasado 28
de mayo, cuando en horas de la mañana en presencia de otros militares y reos,
la sicóloga, quien está sujeta a un tribunal militar, cortó el carnet del
MININT, y su ayudante fue degradada a primer teniente por las supuestas
relaciones que mantiene con los reos.
Las militares negaron con temor, y bajo presión, todo
cuanto habían denunciado a la fuente, manipulando la verdad para hacerle
creer a los militares presentes que la justicia estaba de parte de ellas.
El jefe de la prisión le ordenó a la fuente que le diera los nombres de los informantes
que le facilitaron la información sobres sus actos de corrupción, respuesta que
fue denegada por salvar a la fuente confiable, por esto Gamboa, fue amenazado
con ser denunciado por el supuesto delito de perjurio, si no demostraba que la
fuente tenía razón.
También le dijo el teniente coronel que “iría hasta el final hasta hacerlo tierra”
aunque le costara su carrera y sus grados; que de la única manera que Gamboa
Suarez se salvaba era desmintiendo la acusación hecha el pasado 12 de junio, y
que él quería ayudarlo. Entre chantajes, le dijo que pensara bien, que pensara
en su madre, Marlene Margarita Suarez, quien padece de células cancerinas en
desarrollo en las mamas, hernias discal, sacrolumbagia, hipertensión arterial,
problemas en el corazón y crisis nerviosas, entre otras enfermedades crónicas.
A raíz de la amenaza y coacción hecha por el teniente
coronel, la fuente sintió temor de que pudieran intentar algo contra su madre y
no pudiera verla más, conociendo, lo capaces que son la policía política, cayó en un lapsus e hizo la carta negando la
denuncia.
Según el teniente coronel Miranda, la fuente sería
llevado a una corte disciplinaria y no a un tribunal por acceder a hacer la
carta.
El preso Eduardo Gamboa Suarez teme el rumbo que pueda
tomar la carta que fue hecha bajo amenaza y coacción, un error que no se
perdonará jamás.
dania@cubadentro.com