Dania Virgen García
Los trastornos mentales como la esquizofrenia paranoide generalmente resultan de problemas en la infancia y la
adolescencia. La violencia en el hogar y los abusos sicológicos y físicos
provocan cambios mentales drásticos.
Hace varios días, circuló en
Internet un video grabado por un
celular de una mujer de entre 30 y 35 años, que fue golpeada por la policía
por caminar desnuda por las calles del centro de la ciudad de Camagüey.
Ese mismo día tuve varias llamadas, debido al comentario que había entre
los pobladores de Camagüey. Se decía que la mujer era de “la gente de los derechos humanos” y que “estaba protestando”. Yo respondí que los defensores de los
derechos humanos no nos desnudábamos para protestar.
El pasado 11 de febrero, el delegado en Camagüey de la Comisión de Atención a Presos Políticos
y sus Familiares, (CAPPF), Alexander Zaldivar Puerto, residente en Pinares,
número 86 entre Riberita y Mirandita, reparto Marquesado, me facilitó cuatro
tomas de videos y una información sobre
esta mujer.
Me senté a ver los videos, y me proporcionó repulsión y asco. Diré por qué.
Alrededor de esta mujer, quien caminó desnuda cerca de cinco cuadras en la
Plaza de los Trabajadores, según la fuente, había más de 50 hombres impúdicos
grabando a una enferma con trastornos síquicos. Ninguno tuvo el valor de
quitarse su camisa y cubrirle el cuerpo a esta mujer. Había también mujeres que
tampoco reaccionaron en su auxilio.
Llegó la policía y tres agentes femeninas le propinaron varios golpes en el
rostro, antes de cubrirla. Así fue montada en la patrulla. Ningunos de los
presentes se les enfrentó a los agentes para impedir que la golpearan.
Estos son los llamados revolucionarios: sin coraje ni dignidad.
Según la fuente, esta mujer padece de esquizofrenia paranoide y ha estado
en varias ocasiones ingresada en el Hospital Psiquiátrico de la provincia. Su
familia padece de la misma enfermedad. El día de los hechos la paciente estaba
en crisis.
No es la primera vez que ella se despoja de sus ropas y sale desnuda a la
calle, dijo la fuente.
Ahora la enferma que tanto alboroto armó en la Plaza de los Trabajadores de
Camagüey antes personas cobardes e inescrupulosas, se encuentra hospitalizada
con hematomas y laceraciones en el rostro y otras partes del cuerpo.
Casos como estos abundan en las prisiones de Cuba.
Pacientes con esquizofrenia paranoide, trastornos mentales y epilépticos,
son acusados por diferentes delitos por la Policía Nacional Revolucionaria y
llevados a tribunales y sancionados a
años de prisión.
Cuando llegan a la ergástula, les propinan severas golpizas dejándolos con
laceraciones que los afectan para toda su vida, llevándolos a cometer
autoagresiones e intentos de suicidio, casi siempre por ahorcamiento. En muchos
casos son trasladados lejos de su hogar para que sus familiares no denuncien
los actos degradantes e inhumanos cometidos contra ellos por los militares.
Sus familias presentan la historia clínica con diagnóstico desde la
infancia a los fiscales, instructores, presidentes de tribunales, y a todas las
instancias gubernamentales, pero eso no basta. Se desgastan en el intento de
hacer reaccionar a los altos funcionarios sin recibir una respuesta de aliento.
Tal es el caso del paciente con esquizofrenia paranoide, epiléptico, y
retraso mental, con tratamiento médico, y cinco intentos de suicidio, José Ramón Jorge Maffenson, de 26 años, quien
se encuentra recluido en el Combinado del Este, por un supuesto delito de robo
con fuerza, con una petición fiscal de 10 años de privación de libertad. Los
militares le niegan los medicamentos.
Su madre, Martha Maffenson Cairo, vecina del edificio 4, apartamento 15
Micro-10, Alamar, municipio Habana del Este, se ha dirigido a todas las
instancias gubernamentales de las cuales no ha obtenido respuesta.
El juicio de José Ramón se efectuará en el tribunal provincial de la Habana
Vieja, el próximo 24 de marzo.
dania@cubadentro.com