Dania
Virgen García
El preso Fernando Morejón Camejo, de 48 años de edad,
quien se encuentra recluido en el centro de trabajo forzoso correccional con
internamiento (CETEM), de La Lima, situado en el municipio Guanabacoa, en
llamada telefónica dijo a esta reportera que le
negada la licencia extrapenal.
El 31 de enero de 2013, Morejón se encontraba
trabajando en la construcción del edificio cuatro para las viviendas de los
militares del MININT, en el reparto Los Judíos, en Guanabacoa, cuando a las 3 de la tarde se cayó, resultando inmóvil en una de sus
piernas. Fue socorrido en el policlínico Andrés Ortiz, donde permaneció desde
la hora mencionada hasta las 8 y 45 de la noche, luego de insistir los médicos
por más de tres veces a la ambulancia el CIUM.
De allí lo trasladaron hacia el Hospital Clínico
Quirúrgico Miguel Enríquez, más conocido por la Benéfica, situado en el
municipio Diez de Octubre. El médico que se encontraba de guardia al ver en la
situación que estaba, de inmediato le comenzó a realizar todos los análisis
para una operación de urgencia.
Alrededor de las 11 de la noche, el cirujano de
guardia llamado Samuel, le dijo que no era necesario realizar la operación, ordenando a los
técnicos que le inmovilizaran el pie.
A los 15 días tenía una consulta, con el cirujano,
pero este no pudo atenderlo porque era
el cumpleaños de su hijo, manifestándole que su consulta tenía que ser en el
Hospital Nacional de Reclusos, HNR, del Combinado del Este.
Fernando Morejón no fue atendido hasta después de dos
días cuando lo condujeron al HNR. Allí le quitaron al fedula y le colocaron un
yeso. Con el yeso permaneció alrededor
de dos meses.
El pie le quedó jorobado, provocándole una afectación
en la tibia, que le ocasionó una parálisis en el nervio ciático.
Tuvo que comenzar a tratarse en el Hospital La
Dependiente, situado en el municipio
Diez de Octubre. El médico cirujano de ortopedia del HNR, no sabía cómo
realizar un trasplante de nervio. En el hospital de La Dependiente tampoco se
pudo hacer la operación porque el cirujano que debía operarlo se enfermó de la
vista.
Por amistades resolvió con un cirujano de ortopedia del Hospital Frank
País, que le dijo que podía operarlo allí pero que servicios médicos de
prisiones tenía que pedirle el favor al director Alvares Cambra, para que lo
autorizara. Y no fue autorizado por ser un preso.
Comenzó atenderse en el policlínico Andrés Ortiz, por
consulta de fisioterapias. A los 8 meses del tratamiento, empezó a mover el pie
un poco, quedándole jorobado y con los huesos botados hacía afuera alrededor de
un centímetro.
En la semana del 13 al 17 de enero, la jefa de
servicios médicos del CETEM fue al policlínico para que la directora Raíza le
dieran alta médica al preso. Entre la directora, la ortopédica y la fisiatra,
en una consulta médica que le hicieron, le dieron el alta médica.
En diciembre de 2013, fue presentado para una libertad
por licencia extrapenal, la que nunca recibió respuesta quedándose archivada la
solicitud en la Dirección de Cárceles y Prisiones, que debía presentarlo a servicios médicos y el jefe de
esta institución lo presentaría en el tribunal.
Fernando Morejón Camejo reclamó con el anterior jefe
del CETEM, Cabral, y con la actual jefa, Flor. Esta última fue quien dio la
orden de que le dieran el alta médica.
Raíza, la directora del policlínico, cumplió misión
internacionalista en Venezuela, y es la esposa y la madre de los hijos de quien fuera el sub
delegado de la Agricultura del municipio, quien está cumpliendo una sanción de
10 años de privación de libertad, por el delito de malversación.
dania@cubadentro.com