Dania
Virgen García
Desde la
prisión de Quivicán, en la provincia
Mayabeque, el preso político Osvaldo Rodríguez Acosta informó que un
preso con trastornos mentales llamado Alain Núñez Ruiz, el pasado 2 de
diciembre, en un acto de desesperación
se cortó los testículos, luego de recibir una severa golpiza por parte del jefe
de orden interior, el teniente Aroldis Rodríguez. El preso declaró que intentó
contra su vida para protestar por los métodos de torturas que emplean en dicha
prisión.
También en la prisión de Quivicán se encuentra bajo régimen severo en una celda
de castigo aislado, desde hace más de dos meses, el preso cubano-americano
Carlos Alberto Pérez Ávila.
Por otra parte en la prisión de Guanajay, provincia de
Artemisa, el preso Yosvel Román Ramos, del destacamento cinco, integrante de la
Unión Patriótica Cubana (UMPACU), dijo a esta reportera que el pasado sábado 14
de diciembre un preso con problemas siquiátricos, llamado Alexis, intentó
suicidarse en dos ocasiones. El preso se encontraba en una celda de castigo
cuando el carcelero que estaba de guardia lo encontró en el intento de
suicidarse.
El guardia le comunicó a su superior, el oficial
Idalberto Ramos, que en la celda había un joven que intentó ahorcarse y estaba
muy mal, que lo llevaran para el hospital, pero el superior respondió que “el
preso no era de su familia, que si se quería ahorcar que lo hiciera”. El
preso por segunda vez intentó ahorcarse
y casi lo logra. Cuando se dieron
cuenta, estaba casi muerto. Se encuentra
muy grave, en el Hospital “Julio Trigo”, en el municipio Arroyo Naranjo.
También en la prisión de Guanajay, un preso inválido y
de avanzada edad apodado el Gallego, quien está operado de la cadera, con tornillos
pasados, fue golpeado por el jefe de
orden interior, mayor Emilio Guilarte Ramírez.
Como el preso, como no puede caminar los reos le
alcanzan la comida. El día de los hechos, el jefe de orden interior no permitió
que se la llevaran. El anciano se disgustó y lo llamó asesino. El militar se le
abalanzó y le propinó bastonazos y patadas,
provocando que se le corrieran los tornillos de la operación.
El anciano se plantó, y la jefatura de la prisión
logró desplantarlo diciéndole que le
sería dada la libertad por licencia
extrapenal.
El militar que golpeó al anciano continúa abusando
de su poder, a pesar de que está
esperando un juicio precisamente por abuso. El oficial acostumbra a ofender a
los presos y les propina severas
golpizas hasta dejarlos desmayados.
Desde la prisión provincial de Holguín, un recluso que
pidió no se revelara su nombre, aseguró que el preso Ernesto Fernández, de 41
años, fallecido hace dos semanas, no murió envenenado, sino como consecuencia
de una golpiza que le propinaron varios carceleros y presos paramilitares.
Asegura que lo dejaron en coma hasta que falleció.
El 26 de octubre, Ernesto Fernández fue trasladado
para el Hospital Lenin, de Holguín, con convulsiones y la azúcar baja. El 4 de noviembre le
realizaron la traqueotomía, porque los médicos no lo podían mantener más tiempo
entubado. Se encontraba en la sala de terapia intensiva, cama 4.
Para librarse de responsabilidades, los jefes de la
prisión del preso, le entregaron a los familiares la licencia extrapenal. El
preso falleció poco después.
dania@cubadentro.com