Dania
Virgen García
Informes desde varias prisiones del país dan cuenta de
las terribles condiciones en que se encuentran los reclusos.
Desde la prisión
disciplinaria Kilo 9, en la provincia de Camagüey, Francisco Pacheco Espinosa y Eduardo Gamboa
Suarez, aseguran que aunque el régimen de la prisión es de mínima, los presos
son tratados como si fuese de régimen severo.
Refieren que los destacamentos están en pésimas
condiciones: los techos se filtran, la mayoría de los turcos están tupidos.
Ratas y cucarachas se pasean por encima de las pertenencias de los reos. La
comida de los presos es poca, mal elaborada y a menudo está en mal estado. La
mayoría de los presos padecen desnutrición severa. El agua, suministrada cada dos días por
pipas, está contaminada. La asistencia
médica es deficiente. Los presos
enfermos de VIH-SIDA son tratados como animales.
Aseguran las fuentes que son constantes las golpizas a
los presos, con tonfas y palos. A los presos
los chantajean y les niegan los beneficios penitenciarios.
Recientemente, al preso Francisco Pacheco, le requisaron
una sábana blanca en la que había escrito la frase: “viva los derechos
humanos”. Fue trasladado para otro destacamento. El jefe de la prisión, Víctor, el jefe de
orden interior, y la Seguridad del
Estado, le advirtieron que si continuaba con sus protestas, le sería levantada
una causa por propaganda enemiga.
En la prisión para enfermos de VIH-SIDA, en San José
de las Lajas, Mayabeque, hay
hacinamiento en los destacamentos. Muchos presos duermen en el piso. El jefe de la prisión ha dicho en varias
ocasiones que “ese no es su problema”.
Desde la prisión provincial de la Tunas, el reo Liván Yon Utra, del pasillo J, celda
dos, miembro de la UNPACU, informó sobre maltratos cometidos por los carceleros
contra varios presos.
Pedro Ávila Moro, de 46 años de edad, del pasillo I,
fue trasladado para una celda de castigo, donde tuvo que dormir esposado hasta
el otro día.
Yoandi Batista Vargas, de 33 años de edad, del pasillo
J, fue golpeado por el 1er jefe de la prisión,
solo por exigir asistencia médica.
También informó que Wilmer Batista Vázquez, del
pasillo C, se encuentra en la celda de castigo desde hace más de 15 días por
lanzar octavillas donde pedía mejorías
en la asistencia médica y la alimentación.
Desde la prisión 1580, en el municipio capitalino San
Miguel del Padrón, el preso político David Piloto Barceló, quien se halla
enfermo de tuberculosis, informó que en el penal se han destapado brotes de gripe y catarro y no hay
medicamentos para enfrentarlos.
También informó Piloto Barceló que el preso Lázaro
Chirino Hernández, quien se encuentra en huelga de hambre desde hace más de un
mes, fue ingresado en el hospital nacional de reclusos del Combinado del Este.
Desde el Combinado del Este, el recluso Raúl Rodríguez
Soto, quien padece varias enfermedades, refiere que no le están administrando
los medicamentos que requiere, entre ellos, la insulina.
dania@cubadentro.com