Dania
Virgen García
El pasado jueves 29 de mayo, aproximadamente a las
cuatro de la tarde, cuando pasaba en un
carro por la rotonda de la Virgen del Camino, en San Miguel del Padrón, me
llamó la atención que hubiese varias
decenas de personas alrededor de la
estatua de la Virgen, y muchos policías que la habían rodeado con cintas
amarillas.
No pude bajarme
del carro para averiguar qué había pasado porque en ese momento
tenía enyesada la pierna izquierda,
producto de una fractura en la rodilla.
Como soy curiosa, comencé a indagar. Resulta que a los
pies de la virgen habían encontrado un feto. Aquello me causó mucha impresión.
De momento, no quise creerlo.
Se comenta que quien colocó el feto junto a la Virgen fue una mujer que
era maltratada físicamente por su esposo. El día de los hechos le había
propinado una golpiza que la hizo
abortar. La mujer le entregó el feto a la virgen.
Otros dicen que el feto ya formado fue entregado como
ofrenda a la virgen.
La historia de la Virgen del Camino se remonta a la
segunda mitad del siglo XVI, cuando se
fundó un pequeño asentamiento que se llamó Luyanó. A la derecha del río Luyanó
había una encrucijada formada por los
caminos que conducían a los actuales municipios de Regla y Guanabacoa: el
Camino Real de Güines, que en la actualidad se llama Calzada de Güines, y el
Camino General de la Isla o Camino de Cuba, hoy llamado Calzada de San Miguel del Padrón.
En 1946, la
prioridad en los proyectos urbanísticos ejecutados por el ministro de Obras
Públicas del gobierno de Ramón Grau San Martín fue hacer una red de avenidas
que enlazaría diversos puntos de la capital.
Así se produjo la vinculación de Luyanó con la Vía
Blanca y la Calzada de San Miguel. Esto trajo como consecuencia la demolición
de una gran cantidad de edificaciones y la desecación de una parte del río.
Al centro de estos puntos se hizo una rotonda, donde
fue colocada una glorieta, dentro de ella una fuente, y una estatua
que le fue encargada a la escultora Rita Longa. Sería la escultura de la Virgen del Camino,
concebida de forma alegórica.
La obra ganó rápidamente merecida fama. Hoy es una de
las obras de escultura ambiental más importantes del país.
A pesar de que la estatua no representa a ninguna de
las vírgenes reconocidas por la iglesia católica, la religiosidad popular le
atribuye poderes milagrosos. Diariamente, devotos de distintas religiones le
dejan ofrendas, velas, y flores y le hacen promesas para que les abra sus caminos.
La Virgen del Camino, a pesar de su importancia para
las vías de comunicación de la capital,
no ha sido muy tenida en cuenta por los historiadores y los periodistas
de la radio y la televisión. Los funcionarios
del Poder Popular y el PCC del municipio
San Miguel del Padrón jamás han
festejado su creación.
dania@cubadentro.com