Dania
Virgen García
La represión y el ensañamiento contra los reos que son
fuente de información de la prensa independiente es extremadamente severa por
parte de las autoridades carcelarias y presos paramilitares.
En la prisión de Guanajay, provincia de Artemisa, el
reo Yosvel Román Ramos, miembro de la UNPACU,
fue sancionado a un año más de privación de libertad, el pasado 10 de
julio, acusado por un delito que no cometió, en una causa amañada.
Los testigos en su contra fueron dos presos
paramilitares.
La declaración de Román no fue tenida en cuenta por el
tribunal. No le permitieron tener un abogado que lo representara, pero
pudo expresar al tribunal que había sido
amenazado por la jefatura de la prisión y por los carceleros. Dijo que habían
amenazado con “desaparecerlo” y “matarlo poco a poco, y aseguró que lo estaban
cumpliendo al pie de la letra.
La presidenta del tribunal manifestó que la conducta del recluso era
pésima, que era un contrarrevolucionario, por lo que sería sancionado con la
máxima severidad.
Por otra parte, en la prisión de Quivicán, en la
provincia Mayabeque, donde se encuentra
recluido el cubano-americano Carlos Alberto Pérez Ávila, continuamente le
envían presos paramilitares para provocarlo, además de las amenazas de los
carceleros, el jefe de la prisión, y de la Seguridad del Estado.
Lemay Díaz Pantaleón, de la prisión de régimen
especial la 26, más conocida por Kilo 8,
en la provincia de Camagüey, enfermo desde hace 8 meses, por negarse a vestir el uniforme de preso le
es negada la asistencia médica, y también los beneficios penitenciarios. El
jefe de orden interior lo desnudó
brutalmente, le robó las ropas que tenía. Cuando su madre fue en busca de
ellas, le dieron las ropas viejas.
dania@cubadentro.com