Dania
Virgen García
El recluso Lázaro Pie Pérez, presidente del movimiento
pacífico creado en la prisión de Quivicán por los derechos de los presos, “Pedro
Luis Boitel” y “Orlando Zapata Tamayo”, y el activista de dicho movimiento el
reo Pedro Vargas, del destacamento 9, declararon por vía telefónica las
condiciones infrahumanas en que viven los reos y los abusos y corrupción de los
guardias en la prisión de Canaleta, provincia Matanzas.
Los presos viven hacinados, en pésimas condiciones de higiene. Los
llamados baños se encuentran en estado
deplorable, con las paredes llenas de moho,
de los turcos, incrustados de sarro y tupidos, salen lombrices,
cucarachas y ratones. Las aguas
albañales corren por los pisos de los
destacamentos de arriba, y se filtran hacia los de abajo, afectando las
pertenencias de los presos.
El agua que
depositan los presos para bañarse y beber está contaminada con aguas
albañales debido a que las roturas en las tuberías.
Todo esto es del conocimiento de las autoridades, pero
no hacen nada por resolver la situación.
La alimentación es pésima, la comida que le
suministran, muchas veces podrida y con gusanos, es servida en bandejas de
aluminio mohosas. Todo eso se suma a las
torturas físicas y los castigos inhumanos y degradantes en las celdas tapiadas.
Las fuentes aseguran que los funcionarios de orden
interior, y oficiales mantienen el tráfico de
estupefacientes, sin faltar el robo de la comida de los presos.
dania@cubadentro.com