Dania
Virgen García
En su discurso ante la cumbre de la CELAC, en Chile,
Raúl Castro dijo que en Cuba no había drogas
y advirtió que combatiría a sangre y fuego el narcotráfico.
No dijo que en
Cuba hay decenas de presos extranjeros que han sido sancionados injustamente
con penas exageradamente extensas, supuestamente por tráfico de drogas, y que
centenares de jóvenes cubanos se encuentran en prisión por ser consumidores.
Raúl, al igual que su hermano Fidel Castro en su
tiempo, tratan de esconder la realidad, como
si aquellos que lo escuchan no se
dieran cuenta de las estupideces que dijo ante de decenas de gobernantes de
otros países.
La verdad es que en Cuba los fiscales, los presidentes
de las salas de los tribunales populares, la DNA y los instructores
penales condenan “por convicción” a los que caprichosamente consideran consumidores
y traficantes de drogas.
Las drogas que dice el nuevo presidente de la CELAC
que no hay en Cuba han llegado a extenderse por toda la Isla, donde no hay
forma de parar el fenómeno.
Adolescentes, jóvenes, y adultos, sin dejar de mencionar a los
artistas, las consumen en centros nocturnos, parques, bailables, en las
calles, hasta en las escuelas.
¿Quiénes las trafican?, ¿Dónde están los principales
causantes del tráfico de estupefacientes? ¿Estarán entre los corruptos del
MININT?
Decenas de jóvenes son sancionados por tráfico de
estupefacientes y sólo son, si acaso,
consumidores, como es el caso del hijo de la Dama de Blanco Julia Esther
Aramburo Taboas, Josué Ahmed Carreras, que se encuentra recluido en la prisión
del Combinado del Este, en la Habana.
Por delitos no cometidos desde hace más de un año se
encuentra el ciudadano colombiano John
Alexander Serrano Rincón, recluido en la sala de delitos contra la Seguridad
del Estado en el Hospital Carlos J. Finlay, municipio Marianao, La Habana,
esperando la sentencia desde que fue sometido a un juicio amañado por la
Seguridad del Estado, el 7 de septiembre de 2012.
En el mes de marzo de 2012 participó en la grabación un video
clandestino en la prisión del Combinado del Este, donde demostraba la
injusticia que el gobierno cubano cometió contra él. Su familia ha continuado
todo este tiempo reclamando su extradición,
demostrando con documentos e investigaciones, que es inocente.
Cuando su esposa, Alejandra Prieto, visitó Cuba a
principio de mes, el coronel Nasser de Villa Marista, le prometió que se iba a
solucionar la situación de John Alexander, no sin antes advertirle que aunque ellos no tuvieran pruebas podían
retenerlo toda el tiempo que quisieran.
El interno John Alexander, le manifestó a su esposa
que volvería a la huelga de hambre el 1 de marzo, en reclamo a su
libertad.
Por el delito de tráfico han mantenido también
injustamente en el Combinado del Este al recluso de origen colombiano Luis
Fernando Guevara Castro, de 61 años de edad, que también fue coaccionado por el
mismo instructor, el capitán Joel Pina, en relación con el caso anterior. Esto le ocasionó a Guevara
Castro un paro cardiaco, por lo que tuvo
que ser operado de urgencia, implantándosele un marcapaso en el corazón.
Otro caso es el del reo de origen hindú Dalvinder
Singh Jagpal, quien se encuentra en condiciones infrahumanas en la prisión de
régimen especial Agüica, en Matanzas. Fue acusado por convicción, supuestamente
por corrupción de menores y tráfico de estupefaciente. Después de dos años en
la cárcel, le fue impuesta una conjunta de 30 años de privación de libertad. Ya
ha cumplido 10 años y tres meses, por lo que le corresponde la libertad
condicional, que se establece en el código penal, artículo 58, incisos 3, 5, y
6.
En el código penal dice en la sección décima, en el
artículo 46-1 dice que a un extranjero el tribunal puede imponerle como
sanción, su expulsión del territorio nacional. Además en el artículo 3 dice que
el Consejo de Ministros o el MININT pueden decretar la expulsión antes de que
cumpla la sanción, en conformidad con lo establecido en el Inciso J del
artículo 59 del código penal. Todo esto se ha violado con estos extranjeros y
otras decenas que se encuentran en prisión injustamente.
A sangre y fuego dice el nuevo presidente de la CELAC que combatirá el tráfico de estupefacientes. Es para
preocuparse, porque desde antes que lo anunciara, ya se le estaba yendo la
mano, haciendo pagar por igual a justos y pecadores, hasta el punto que los abogados no pueden defender a su
cliente ante un tribunal aunque tenga la razón. Es mejor que no exageren y se
centren en las verdaderas causas del problema.
dania@cubadentro.com