Dania
Virgen García
Cada día aumenta el deterioro del sistema imperante en
Cuba. Lo más grave de la situación en que nos encontramos es que no se
vislumbra ninguna mejoría. Se culpa de todo a los EU y al bloqueo, sin analizar
en profundidad las verdaderas
causas.
Desde el inicio de la llamada revolución, el régimen
de los hermanos Castro ha vivido recostado a otros países. Cuando reciben ayuda
humanitaria la regalan y la otra parte es vendida en las tiendas recaudadoras
de divisas a precios extremadamente altos, inaccesibles a la mayoría del
pueblo.
Los altos funcionarios del gobierno roban miles de
dólares que son ingresados en bancos de países capitalistas, y aun cuando son
destronados mantienen el mismo elevado status de vida.
Un amigo que está cursando una maestría en Economía me
contó que un alto funcionario del gobierno especializado en temas económicos
explicó en una conferencia que la economía
cubana está por debajo un 17 %
en comparación con los años 1990-
1998. Uno de los estudiantes le preguntó al especialista por qué hacía ese planteamiento si Cuba no se
ha paralizado como sucedió en aquellos años. Este respondió que al pueblo no se
le podía hacer pasar por lo mismo,
porque sería el fin. Dijo que el pueblo se ha dado cuenta de la situación del
país, pero que había que mantenerlos desvirtuados de la realidad. Expresó
también que con la enfermedad que está atravesando Hugo Chávez, si muere, no
saben cómo podrán enfrentar la situación que se producirá.
Lo peor de los problemas causados por el mismo
régimen, es que la población está en guerra contra sí misma. Aun dentro de las
mismas familias. Se han perdido los valores y los principios. En el fondo, la
causa de todo es que los problemas económicos no se solucionan.
Cada vez es más aterrador ver como se destruye la
juventud cubana. El tema de la violencia juvenil genera mucha
preocupación. Los jóvenes son los más
vulnerables en estos tiempos al consumo de estupefacientes y alcohol. La
prostitución ha acarreado un incremento
en las enfermedades de transmisión sexual. Lo más deprimente es que hay
prostitutas de 13 años y aun de menos edad.
Mayoritariamente son jóvenes los protagonistas de
hechos delictivos como robos con violencia, robos con fuerza, hurtos, asaltos a
mano armada, riñas tumultuarias, asesinatos. Ha habido un aumento en los hechos
de sangre entre los diferentes plantes de la sociedad secreta Abakuá.
No se puede hacer alusión a esta problemática sin
mencionar a los fiscales, jueces, policía, DTI, SE, corruptos y fraudulentos,
que son los que provocan que estos jóvenes, al llegar a prisión y enfrentarse
con otro mundo totalmente desconocido, algunos lleguen a atentar, incluso,
contra su vida.
Es el caso de uno de los tres hijos de Dalia Prieto
Guerra, de 39 años de edad, quien reside en la calle 24 número 284 entre Línea
y Carrillo, en la provincia de Matanzas. Luis Alberto Cárdenas Prieto, de 24
años de edad, quien es el mayor de ellos y se encuentra recluido desde los 16
años en la prisión de Agüica, Matanzas, recientemente intentó ahorcarse. Tiene trastornos mentales.
Los otros dos hijos de Dalia, Jorge Luis Cárdenas
Prieto, de 23 años de edad, y Eduardo Romero Prieto de 16 años, están
pendientes de juicio en la prisión del Combinado del Este de La Habana. Los
tres se encuentran recluidos por el delito de robo con fuerza.
Su madre llevaba
trabajando 10 años en la cocina del acueducto de la provincia. Presenta un enfisema pulmonar, por lo que fue
cambiada de puesto de trabajo: ahora labora como auxiliar de limpieza, ganando
un salario mensual de 300 pesos en moneda nacional (el equivalente de unos 12 CUC).
Según me contó por vía telefónica, su
vivienda está en muy mal estado, no tiene cómo mantener a sus hijos pues ellos
le exigen lo que no les puede dar.
Debido a sus escasos ingresos, le es casi imposible visitarlos en las prisiones
donde se encuentran, ya que debe llevarles una serie de artículos de aseo
personal y alimentos que con su salario no puede comprar.
Dalia, al igual que miles de madres cubanas, no pudo
estudiar una carrera universitaria, o al menos conseguir un buen trabajo, pero
sí tuvo tres hijos, regalo que le dio al régimen, que tanto se preocupa por la
baja natalidad, que disminuye cada año.
Este es uno más de los miles de casos de familias sin
ayuda del gobierno. ¿Cómo creen que las parejas puedan procrear si se enfrentan
diariamente al hambre en su lucha por la
supervivencia?
Según informó la periodista oficialista Talía González
en la TV, el pasado año la natalidad estuvo por debajo de la del año 2011. Todo
esto ha traído preocupación a los gobernantes debido al envejecimiento
poblacional, pero no les preocupa que las mujeres den a luz a sus hijos en un
país que no les da esperanza de llevar una vida decorosa.
Los jóvenes, al llegar a una cierta edad, aunque
procedan de una familia humilde, desean presumir de la misma manera que los
hijos de papá o de aquellos que tienen familia en el extranjero. Por eso
cometen actos delictivos por lo que son sentenciados a altas condenas. En la
cárcel son maltratados, agredidos por otros presos, con armas confeccionadas
por ellos mismos, y algunos hasta son violados. La mayoría se deprimen,
llegando a atentar contra su vida.
Los padres de
estos jóvenes sufren mucho cuando sus hijos caen en prisión. Se tienen que
enfrentar a los maltratos degradantes de
los funcionarios y jefes del MININT.
Nelimay Yamilet Cuesta González, de 28 años de
edad, es una madre soltera, sin ingresos
económicos, que cumple una sanción de 2 años por el delito de peligrosidad
social, en el campamento Bandera Roja, en La Habana. Su madre me contó que ella
tiene dos hijos, una hembra de 9 años y un varón de 5. Para mantener a sus
hijos, se dedicó a la prostitución. El día que la capturaron en la playa Santa
María del Mar, fue conducida a la unidad de Guanabo, donde fue coaccionada por
una oficial, quien le dijo que si ella declaraba por escrito que se dedicaba a
la prostitución con extranjeros seria liberada. La joven, nerviosa, hizo lo que
le propuso la oficial. Nelimay Yamilet fue trasladada a un depósito para las
jineteras situado al lado de la prisión del Combinado del Este. En ese lugar
están detenidas varias decenas de jóvenes de 16 años en adelante por el mismo
delito. La mayoría han sido coaccionadas, como su hija.
La unidad de Guanabo y el sector policial de Mar Azul,
así como las unidades ubicadas en Alamar, Habana Vieja, Centro Habana, Playa y
Plaza de la Revolución son los sitios más candentes en cuanto a la corrupción
policial. Para poder operar libremente en dichas zonas, tanto las jineteras,
como proxenetas, pingueros y hasta los homosexuales, tienen que pagar dinero a
los policías o tener sexo con ellos, de
lo contrario son sancionados por el delito de peligrosidad social.
dania@cubadentro.com