Dania
Virgen García
Cuando Raúl Castro otorgara el indulto a 2,900 presos,
a finales de 2011, los indultados en su mayoría resultaron ser delincuentes
connotados que eran utilizados como paramilitares, cuellos blancos, y otros que
compraron su libertad.
El indulto repercutió una falsedad del régimen para
quedar bien con Su Santidad Benedicto XVI, que tenía visita programada a Cuba
para marzo de 2012.
Entre las palabrería de su discurso, Raúl Castro dijo
que todos los años se tomaría en cuenta para los indultos a los presos enfermos
crónicos, y a los que tuvieran una correcta disciplina en el centro
penitenciario.
Se especulaba
que también se tendría en cuenta para los indultos a aquellos que
estuvieran sancionados por procesos manipulados por la policía, los fiscales y
los tribunales.
Pero no fue así. Mentiras y más mentiras.
Desde el pasado 21 de diciembre, los presos de las
cárceles cubanas, esperaban con ilusión el indulto de este año. Anhelaban pasar
un fin de año con sus familias y sus amigos. Pero terminó el año y no hubo
indulto.
Muchos presos no han perdido la esperanza. Algunos
guardan el recorte del periódico del discurso de Raúl Castro en diciembre de
2011, cuando anunció el indulto.
El gobierno ya concluyó con los indultos. Estas fueron
las palabras que los fiscales les expresaron a los presos cuando visitaron
diversas prisiones del país a principio de 2012.
Altos oficiales de los centros penitenciarios y
funcionarios de orden interior les comunicaban a los reclusos que “ya no se iban a liberar a más delincuentes,
que esto había sido un sorteo al igual que hacen los americanos con los que
quieren emigrar del país, que seleccionaron a los que estaban comprometidos con
Raúl Castro, no con los contrarrevolucionarios.”
Lo triste es que fue verdad. Los privilegiados fueron aquellos a los que
ellos mismos llaman delincuentes.
Lo cierto es que decenas de presos continúan
cumpliendo sanciones injustas, sin que se le haya demostrado su culpabilidad.
Llevan años reclamando su inocencia, desesperados, esperan que se haga justica
y que se les conceda la libertad.
Los presos se encuentran indignados. Ya hay quienes
han iniciado huelgas de hambre, en protesta por la mentira del régimen. Seres
humanos que arriesgarán sus vidas con el único anhelo de reclamar justicia.
dania@cubadentro.com