Dania
Virgen García
Desde la prisión de Quivicán, en la provincia
Mayabeque, varios reclusos informaron sobre la severa golpiza que le propinaron
los funcionarios de orden interior a los presos del destacamento 7.
El reo cubano americano Carlos Alberto Pérez Ávila,
delegado del Movimiento por los Derechos de los Presos “Orlando Zapata Tamayo y
Pedro Luis Boitel”, y Amaury Ramiro González, entre otros, del destacamento
antes mencionado, refirieron que en horas del medio día, del día 7 del presente
mes, en el área del comedor, la guarnición, con perros entrenados, reprimió
violentamente a todos los presos que allí se encontraban.
La golpiza fue debido a que los reos intentaron
quitarle al preso con trastornos mentales, José Ignacio Izquierdo Lamar, una bombilla que llevaba oculta al comedor con el objetivo de auto agredirse
en protesta porque le fueron negados los
beneficios penitenciarios. Los guardias arremetieron a bastonazos y patadas
contra todos los presos, dejándolos con hematomas por todo el cuerpo.
Al recluso José Ignacio Izquierdo le partieron la
cabeza, en tres sitios. Sufrió además la fractura de un dedo y un
brazo. La herida en la cabeza tuvo que ser suturada con más de 8 puntos,
luego de ser trasladado con urgencia para el hospital.
A otro recluso llamado Armando González Puig le fracturaron la clavícula.
En medio de la reyerta, los presos lanzaron toda la
comida, protestando por la mala alimentación.
Horas después del incidente, se persono el DTI en la
prisión. De la situación provocada por los funcionarios de orden interior culparon
a los presos, para sancionarlos por el delito de desorden penitenciario.
Horas antes del incidente, el joven preso con
trastornos mentales le había advertido al jefe de grupo Mustelier que se iba a
auto agredir, y este le manifestó que podía hacer lo que él quisiera, que no le
importaba.
dania@cubadentro.com