Dania
Virgen García
Esta historia
que voy a relatar parece fantástica, pero la cuenta un preso que funge como
paramilitar para los oficiales de la
prisión: Carlos Alberto Atencio Hernández.
Este hombre, que lleva más de 20 años recluido, trata
de sacar informaciones a los presos que colaboran con la prensa independiente,
como es el caso del interno Yasser Rivero Boni, hijo de la Dama de Blanco
Yaquelin Boni Echavarría, quien extingue una sanción arbitraria, impuesta por
la Seguridad del Estado, en la prisión de Ariza, Cienfuegos.
Carlos Alberto Astencio Hernández, desde el pasado mes
de diciembre fue trasladado al destacamento seis donde se encuentra el hijo de
la Dama de Blanco, para el mismo
cubículo. En ese cubículo hay 12 reclusos, y aún no habiendo camas, los
funcionarios de orden interior dijeron que tenía que quedarse “por órdenes de la dirección”.
Carlos Alberto tiene la misión, por encargo del Departamento de Seguridad del Estado de vigilar a Yasser,
provocarlo, e intentar de desacreditar la imagen de los opositores y los periodistas independientes.
De inmediato realizó un injustificado acercamiento
hacia Yasser Rivero, contándole una ficticia carrera como opositor.
Le dijo que conocía a Elizardo Sánchez, a los 75 ex
presos políticos de la Primavera Negra y
a esta reportera.
Cuando Yasser Rivero, en una llamada telefónica, me
contó del paramilitar, le dije que se mantuviera alejado de él, pero con
discreción, para que se diera de cuenta.
Entre otras, le contó una historia fantástica, tan
dramática que es para reírse. Comenzó por decir que lleva 22 años preso,
secuestrado por el Departamento de
Seguridad del Estado. Es decir, que está preso
desde niño.
Según él, su abuelo y su padre eran espías cubanos,
los cuales operaban en una cedula, asentada en Cayo Hueso, Florida. Por los
años 70, su padre y su abuelo desertaron
y se robaron el dinero de la red, con documentos que mostraban como Cuba le
reveló a Bolivia y a la CIA, la ubicación del guerrillero Ernesto Che Guevara y
sus secuaces, además de otros documentos que demostraban las actividades de espionajes
de Cuba en los Estados Unidos.
Los desertores se refugiaron con el dinero en la
ciudad de New York, donde compraron un apartamento en Bronx, y una granja en
Manhattan. El gobierno cubano los localizó y envió una joven graduada en las
escuelas de contrainteligencia y
espionaje de la KGB soviética, a los Estados Unidos, con la misión de recuperar los documentos y asesinar
a los ex agentes.
La joven se mezcló con uno de ellos, convirtiéndose en
su esposa. La espía se enamoró y le reveló sus propósitos, desertando también.
Más tarde, quedó embarazada.
El gobierno cubano, al perder el contacto con la joven
espía, ordenó el asesinato de los tres desertores. La joven, con su amado y su
suegro huyeron, pero en el intento, los dos hombres murieron. Fueron sepultados
en un hueco y tapados con hormigón, en la granja de Manhattan.
La jovencita fue capturada y llevada a Cayo Hueso,
donde dio a luz un 4 de julio, en una bañera de la casa donde tenía el puesto
de mando la red de espías cubanos. Fue
asistida en el parto por una enfermera-espía. Luego amenazaron con matar a la criatura y a ella
si no entregaba los documentos. La joven cedió,
poniendo como condición que el
gobierno de Cuba le permitiera inscribir a su hijo único como cubano. Los testigos cuales fueron elegidos por ella.
Según el preso paramilitar, es él. Su madre entregó un
grupo de documentos sin importancia; los documentos y fotos comprometedores
están en su poder, ya que su madre antes de ser asesinada por la DSE, en un
hotel de la Florida EU, se los confió a
un confidente, quien pasado los años le contó lo sucedido con sus padres
biológicos, y le entregó los documentos, hace unos años.
Una excavadora, accidentalmente, mientras abrían una
zanja en la granja de los espías en New York, descubrió los restos de su padre
y su abuelo. Los de su madre todavía no han sido encontrados.
Asegura que los espías estaban reportados como
desaparecidos desde 1970, por las autoridades norteamericanas.
El gobierno norteamericano comenzó a investigar y
buscar los descendientes de los espías, ya que dejaron una herencia que
consiste en dos inmuebles en New York, otro
en Cayo Hueso, Florida y una cuenta bancaria que desde los años 70 hasta
la fecha, por los intereses, ha alcanzado los 18 millones de dólares.
Las investigadores
llegaron a su paradero, y estando en prisión, funcionarios y abogados de la SINA lo
entrevistaron, y con la autorización del gobierno cubano, en una casa del MININT,
le realizaron las pruebas de ADN, las cuales demostraron que él era el primogénito de los espías enterrados en la granja
neoyorquina. Tuvo que firmar más de 30 certificados, los cuales le ceden la
millonaria herencia, y lo reconocieron como ciudadano estadounidense, el cual
debía ser liberado o deportado, el pasado mes de diciembre de 2012.
Así concluyó su
espectacular novela de terror y acción,
digna de un reconocimiento literario.
Luego comenzó “el
millonario estadounidense” a mencionar un listado de ex presos políticos,
opositores y periodistas independiente, a quienes, según él, conoce. Dice saber
sus historias y situación actual. Le ha mostrado a Yasser Rivero los números
telefónicos de Antúnez, Elizardo Sánchez, Guillermo Fariñas y Dania Virgen
García. Deben haberle sido facilitados por el DSE.
El interno Yasser Rivero lo ha sorprendido espiando
sus escritos y tratando de escuchar lo que dice cuando tiene las llamadas
telefónicas, o cuando habla con algún recluso.
Un día, este paramilitar me hizo una llamada
telefónica, en nombre de Rivero Boni, haciéndose pasar por un amigo de Yasser
que había sido puesto en libertad. Dijo que Yasser lo había enviado para
denunciar la huelga de hambre de un supuesto preso, llamado Ramón Fernández
García. Esta llamada quedó grabada.
Cada dos días es buscado por algún motivo por los funcionarios
y entrevistado por oficiales del DSE. Más claro: sale a darles el reporte sobre
Yasser Rivero Boni.
Ya fue autorizado a inmiscuirse en las charlas de Rivero. Con sarcasmos, ofende a la
oposición, provocándolo, tratando de buscar el momento para agredirlo. Una
mañana, gritó que iba a cortarle la cara
al preso político.
Continuamente trata de virar a los presos que
simpatizan con Boni en su contra, pero los reos no le hacen caso.
Dice que Amnistía Internacional le envía a través de
Elizardo Sánchez una ayuda humanitaria de comida y 250 CUC al mes, desde hace
cuatro años, pero que Elizardo se los roba.
Asegura que a algunos expresos de los 75 que están en
España, él los ayuda con sus millones.
Toda esta campaña de provocaciones, difamaciones, y espionaje,
es recompensada con visitas familiares y conyugales de 12 horas, y la promesa
de que será indultado, un día de estos, de no sé qué año.
Varios reos le contaron al hijo de la Dama de Blanco,
que este paramilitar, en sus más de 20 años en todas las prisiones que ha estado, ha prestado servicio de todo
tipo a los funcionarios de orden interior y los oficiales del DTI y
el DSE.
Ha agredido a presos enemigos de los jefes, dando
puñaladas o golpizas, en dependencia de lo que
le ordenen. Lo han puesto en libertad para ajustes de cuentas y cuando
es reconocido casualmente, lo reportan como prófugo, lo atrapan y lo devuelven
a la cárcel.
Refieren algunos reclusos que en los años 90
violaba a menores presos, y en otros
casos los obligaba a que lo penetraran.
Este es el segundo paramilitar que la SE contrata
contra Rivero Bonni.
El primero que usaron se encuentra cumpliendo una
sanción de 10 años de privación de libertad por depravado sexual, en el
destacamento 7 cubículo 5. Se llama Evaristo Iglesias Cordobés, quien dice
pertenecer al Movimiento Cristiano Liberal Cubano, y dice que fue aceptado por
el Programa de Refugiados.
Este preso también es un fiel colaborador y aliado de
los funcionarios de orden interior y los oficiales del DTI y DSE. Presta servicio
como paramilitar de disciplina, secretario y ayudante personal del reeducador,
y es el encargado de confeccionar los listados de visita familiar y conyugal.
Los presos lo llaman “la chivatona del
destacamento”.
Según le cuentan los presos a Yasser, este
paramilitar, cuando un recluso inicia una huelga de hambre, por órdenes de los
guardias, se suma supuestamente a apoyar
al huelguista.
Varios presos le comentaron a Rivero Boni, que el jefe
de la prisión, el mayor Yoel y el Tte. coronel Alfredo, jefe de Cárceles y
Prisiones de la provincia, les han propuesto que se conviertan en sicarios “en
contra del hijo de la Dama de Blanco”, lo cual han rechazado.
La integridad física del interno Yasser Rivero peligra
en esa y otras prisiones del país para donde lo trasladen, solo por denunciar
las violaciones, actos degradantes e inhumanos, torturas físicas y sicológicas,
hacinamientos, hambruna, y otros actos violatorios por los funcionarios y
oficiales del MININT.
dania@cubadentro.com