Dania
Virgen García

En la segunda planta, los presos tuvieron que proteger
con nylon sus pertenencias y los colchones.
Los presos pasaron la noche ateridos de frío. Los
jefes no les proveyeron colchas ni enguatadas, que según asegura la fuente, se echan a perder en los guardarropas sin que
sean repartidas a los reclusos.
El agotamiento físico y el hambre obligaron a un grupo
de reclusos del destacamento seis a matar un gato y comérselo.
Para secar los pisos de los destacamentos, los presos
tuvieron que utilizar toallas y pulóveres por no tener utensilios de limpieza.
Afirmó Rivero que cuando se quejó de las filtraciones
al primer teniente Ulises, segundo director de la prisión, este le manifestó
que no tenían materiales para el arreglo
de la azotea.
Refiere la fuente que estos materiales van aparar para
la construcciones de las viviendas para oficiales del MININT.
Más de 100 presos de Ariza trabajan en la construcción
de esas viviendas.
dania@cubadentro.com