Desde que surgió la prostitución en cuba, los llamados
jineteros que deambulan por sitios donde transitan los turistas, son
perseguidos por los agentes del orden público, y de la llamada Lacra, que se
supone combata la prostitución.
En las playas del este de La Habana, la policía,
además de perseguir a los jineteros, se dedica
a robar y extorsionar.
El sábado 10 de noviembre visité al padre del niño
enfermo de síndrome de west, Yoan Blanco Mesa, quien me relató que en la playa
Mi Cayito, situada en Playas del Este, agentes del orden público exigen 10 CUC
a los homosexuales que van en busca de extranjeros. Si consiguen
uno, les tienen que entregar la mitad del dinero que cobren.
Mi Cayito es una zona que desde hace muchos años es
frecuentada principalmente por homosexuales.
Los agentes del orden publico han creado en los
matorrales unas cabañas que son cubiertas de cartón, para mantenerlos vigilados y que no escapen.
En el caso de las mujeres, son chantajeadas por los policías para que tengan sexo con
ellos, además de tener que pagar la
misma cantidad de dinero que los gays para que les permitan buscar clientes.
Me contó la fuente que hace tres semanas, cerca de la
vivienda donde reside ilegalmente, en Boca Ciega, el carro patrullero 465
sustrajo varios colchones de un almacén de muebles. Los colchones fueron
escondidos en los matorrales. Al anochecer los recogió una guagua para
trasladar presos de la unidad de Guanabo.
Según la fuente, muchos agentes de dicha unidad se
reparten entre ellos las mercancías que confiscan.
dania@cubadentro.com