Dania
Virgen García
Desde la prisión Kilo 7, en Camagüey, el recluso Jorge
Alberto Liriano Linares, informó por vía telefónica que en lo que va de año han
resultados lesionados 40 reclusos, muchos con peligro para sus vidas.
Asegura Liriano Linares que algunos de estos reclusos
lesionados se debieron a maltratos
físicos o torturados en las celdas de castigo, y destacamentos de seguridad.
Los reos enfermos, discapacitados y con trastornos
mentales, son los que más sufren los abusos de los guardias.
La fuente refiere el caso un recluso llamado Ezequiel,
que sufre paraplejía generalizada y al cual amarran en la cama para
supuestamente evitar que se auto-agreda.
Otro reo con la misma situación, al que aplican un
trato cruel, es Orlando González Samper, que padece
trastornos mentales, y quien ha estado esposado de manos y pies hasta 48 horas,
negándole el agua para beber.
Afirma la fuente: “A
la Fiscalía le importa un bledo cómo viven y son tratados los presos, mucho
menos le interesa a los órganos de control interno del MININT.”
Refiere el reo Liriano que “el criterio del mayor Samuel Salgado, de Seguridad del Estado,
especialista del departamento de enfrentamiento en la provincia, es que los
presos que escupen y le lanzan excrementos a los guardias, indisciplinas
calificadas de muy grave, requieren ser severamente castigados, en
muchos casos hasta con la muerte.”
“En
la opinión del representante de la policía política, los maltratos físicos, torturas,
tratos crueles y degradantes son política de estado. No importa que las violaciones de los derechos humanos y las
leyes internacionales, se cometan contra ciegos, enajenados mentales o enfermos
críticos. Para él, el empleo de la
fuerza está justificado por los gobernantes”,
comentó la fuente.
dania@cubadentro.com