Dania
Virgen García
Varios reclusos que han informado a esta reportera las
torturas a que son sometidos, las mala alimentación, la falta de atención
médica, las situaciones críticas en que viven los reos, las reclamaciones a su
inocencia, han sufrido represalias por parte de las autoridades carcelarias y
Seguridad del Estado.
Los reos Lázaro Pie Pérez, Julio Ortiz Argudín, Yasser
Rivero Boni, el cubano americano Carlos Alberto Pérez Ávila, el indio Dalvinder
Singh Jagpal, Luis Enrique Labrador Díaz, el
colombiano John Alexander Serrano Rincón y otros son sometidos a
torturas físicas, y sicológicas, y muchas veces son llevados a celdas de
castigo para obligarlos a la obediencia. Varios
han realizados huelgas de hambres por varios meses en reclamo a su
inocencia.
Lázaro
Pie Pérez lleva recluido seis meses. Ha pasado por varios
campamentos y tres prisiones. Ahora se halla en la prisión de Quivicán, en la
provincia de Mayabeque. Estuvo en celda
de castigo desde el 20 de julio hasta el siete de agosto, en que fue conducido
para el destacamento dos. Fue severamente golpeado cuando llegó a la prisión
por el segundo jefe de la unidad William Gainza, y el jefe de orden interior,
el capitán jefe de reeducación, y dos
guardias.
Antes de ser trasladado para esta prisión se hallaba
en la prisión de Melena del Sur, también en Mayabeque, donde realizó una
protesta en que lanzó 200 boletas que
decían “basta de la mala alimentación,
basta de la mala asistencia médica, basta de torturas físicas, robos de los
carceleros, y jefes, vivan los derechos humanos, cambio, y abajo la dictadura
de los Castros”. También enarboló una sábana que decía “la verdad no es un delito, ocultar parte de ella si es un delito,
delito es ocultar lo que no conviene decir al adversario, todos los presos
tenemos derechos a ser tratados como seres humanos”.
Pie fue amenazado por el capitán Gainza, y por los
oficiales de la Seguridad del Estado, el capitán Rudi Fuentes e Ibrahím,
quienes le ocuparon las cartas donde plasmaban las informaciones, que eran para
la fiscalía militar, y para esta reportera, conjuntamente con una lista de los
presos políticos muertos en las cárceles
cubanas. Los oficiales de la Seguridad
del Estado Javier, Gabriel, Hanói, y otros, lo han interrogado por las
informaciones que ha dado a esta reportera.
Carlos
Alberto Pérez Ávila, recluido en la prisión
de Quivicán, se halla en celda de castigo en huelga de hambre desde hace más de
diez días en protesta porque se le efectúo el juicio oral el pasado día cinco,
y no ha recibido los resultados de la sentencia. Según las informaciones de la
abogada Tania Margarita, del bufete colectivo de Güines, en la provincia Mayabeque,
en contra de Ávila no hay pruebas que lo incriminen, por lo que debe ser
liberado inmediatamente, la sanción fue de 25 años de privación de libertad. La
Seguridad del Estado, conjuntamente con el tribunal de San José de las Lajas,
han demorado la sentencia.
Yasser
Rivero Boni, hijo de la Dama de Blanco Yaquelin
Boni, por orden de la Seguridad del Estado fue enviado a la prisión de Ariza,
provincia de Cienfuegos, donde lleva más de dos meses en condiciones
infrahumanas. Padece de enfisema pulmonar. Su madre ha dirigido cartas a la
Dirección de Caréceles y Prisiones, y ha estado reclamando personalmente en
atención a la ciudadanía de la misma entidad, donde se dirige dos veces a la
semana desde que su hijo fue trasladado, y no le han dado respuesta alguna. El
pasado día siete esta madre con su niña de seis años se dirigió a la entidad
mencionada anteriormente, con un cartel que decía “libertad para mi hijo, lo están matando”.
Después de varias horas allí, acudieron dos carros
patrulleros y la detuvieron. Conducida
para la unidad de la policía de Zapata y C, allí la entrevistó un oficial de
menores, en presencia del oficial de la Seguridad del Estado Reinier.
Dalvinder
Singh Jagpal, desde hace cuatro meses se halla
en la prisión de régimen especial de Agüica, en la provincia Matanzas, en una
celda de castigo llamada la polaca, en condiciones infrahumanas. Torturado
física y sicológicamente, le han negado las llamadas telefónicas, solo por
reclamar su inocencia.
Enrique
Labrador Díaz,
preso político, fue trasladado para la prisión de Agüica, donde ha sido golpeado severamente, y llevado
a celdas de castigo, por informar las torturas a que son sometidos los
presos y las condiciones en que viven.
John
Alexander Serrano Rincón, quien se halla
ingresado en la sala de delitos contra la Seguridad del Estado en el Hospital
Militar Carlos J. Finlay, en Marianao,
después de haber realizado una huelga de hambre, por más de 100 días en reclamo
por su inocencia del delito de tráfico de estupefacientes del que se le acusa.
Las únicas pruebas que lo implican son las declaraciones de un ciudadano
guatemalteco. En el expediente de fase preparatoria, la fiscal pide 15 años de
privación de libertad. El teniente coronel Emilio Heredia Díaz logró que Serrano dejara la huelga prometiéndole de que su situación
se iba a resolver. Ahora John Alexander está esperando el juicio, que se
dice será el día 23 de agosto. Esperemos
que el tribunal no tome venganzas contra un inocente.
Julio
Ortiz Argudin, desde hace dos meses fue
trasladado para la prisión de Las Mangas, en Bayamo. Ha sido golpeado, llevado
a celda de castigo, y sometido a torturas sicológicas para reducirlo a la
obediencia. La semana pasada por un dolor que tuvo la enfermera le inyectó un
medicamento que le dio una reacción adversa.
dania@cubadentro.com