Dania
Virgen García

El 2 de abril del pasado año, cuando comenzó su
pesadilla, Lemus se encontraba con su esposa e hijo en un cumpleaños familiar.
Ya hacía seis años que se hallaba de licencia extrapenal. Pero esa noche la
policía se presentó en su vivienda, sita en calle 13 número 2613, entre 26, y
final, Bejucal, y se lo llevó detenido. Le comunicaron que estaba acusado de
tratar de robarle una cadena de plata a la hija de Raúl Cartaya, el presidente
del Poder Popular de la provincia de Artemisa.
A raíz de un accidente de moto que tuvo, Damián Lemus
comenzó a padecer problemas en la pierna izquierda. El 8 de diciembre del 2006,
en un resumen clínico se le detectó una estiomelitis en el foco de la fractura,
por lo que tuvieron que operarlo por segunda vez.

En el juicio oral la presidenta Daymarelis Hernández
Rodríguez refirió que el acusado estaba desvinculado laboralmente, sin tener en
cuente que Lemus Guerra estaba amparado por un documento de medicina legal que
acreditaba que no podía trabajar, que tenía una prestación de servicio de
chequera por caso social de 121.00 pesos moneda nacional.
También la presidenta de la sala afirmó que el acusado
presentaba un nivel de vida que no se correspondía con sus posibilidades
económicas.

Damián Lemus, sufre de un sistema de justica que busca
un culpable a cualquier costo, del modo más fácil. En este caso, encontraron la
persona idónea, alguien con antecedentes penales.
Lemus fue detenido en su domicilio sin orden de
detención, violando el Artículo 59 de la Constitución, no se practicaron las
diligencias que planteó el acusado, violando el Articulo 163 de la ley de
procedimiento penal, ni se realizó la reconstrucción de los hechos.
Según varios resúmenes de historia clínica, entre
ellos del Instituto de Angiología, tiene
una fractura abierta de tibia, y peroné izquierdo desde el año 2005, que no ha
tenido una evolución satisfactoria.
Lemus no fue sancionado por hurto, sino por
robo con violencia, que es una figura delictiva de más gravedad.
El reo Damián Lemus Guerra, después de varios mese en el
Hospital clínico Quirúrgico y el Julio Trigo, fue devuelto a la prisión. Antes
fue golpeado por el capitán de la sala.
Solo queda esperar que a este hombre, que se halla en
condiciones infrahumanas en la prisión,
le den no la licencia extrapenal,
sino la libertad condicional, que ya le
corresponde.
dania@cubadentro.com