Dania
Virgen García
Melkis Faure Echavarría, de 34 años de edad, es uno de
los muchos casos sociales críticos que tiene la Habana Vieja.
Integrante de las Damas de Blanco, desde hace dos
meses vive en Monte número 465, entre Ángeles e Indio, en un local
perteneciente a su anterior esposo, padre de uno de sus cinco hijos. Por no
tener un lugar donde poder vivir con sus hijos, ha tenido que soportar los
constantes acosos del dueño de la vivienda.
Brayan de 14 años, Nelkis de 12 años, Emmanuel de 7
años, Amanda de cinco años, y Angelo de 3 años de edad, son los cinco niños que
viven en pésimas condiciones.
Refiere Melkis Faure que vive en la Habana desde hace
seis años, cuando se instaló de modo ilegal por primera vez en La Finquita, una
vivienda inhabitable en uno de los llamados llega y pon, situado en 58 y final,
La Ceiba, municipio Playa.
La jefa del consejo de ese asentamiento, inició un
expediente de caso crítico. Los trabajadores sociales dijeron que había que resolverle la situación.
Tuvo que situarse en la dirección antes mencionada,
perteneciente al consejo de Jesús María de la Habana Vieja, donde le
confeccionaron otro expediente de caso crítico
la presidenta del Consejo, Madelaine,
el delegado, Ismael Fernández, conjuntamente con la responsable de
menores, Carmen Pérez, y el jefe de sector policial, Alexis Santos.
Esta madre con sus cinco hijos ha tenido que dormir en
los portales de la calle Montes. Los funcionarios mencionados la han engañado
en varias ocasiones. Le aseguraron que le van a resolver un albergue, y para
callarla le regalaron una bicicleta a uno de sus hijos, y todo quedo ahí,
refiere.
Pero hace varios días los citados funcionarios le
comunicaron que ellos no tienen que resolverle nada, que quienes tienen que
hacer por ella, y resolver la situación
de su vivienda son los contrarrevolucionarios, que se merece dormir en las
calles, ella y sus hijos.
Afirma Faure que el delegado le pidió 2 mil pesos en
moneda nacional para permitirle que se introdujera en un local, confesándole
que el gobierno de la Habana Vieja no le iba a resolver la situación.
También la presidenta del consejo la presionó, dándole
siete días para que se hiciera el traslado para la Habana, de lo contrario iba
a ser deportada, advirtió.
Esta madre tuvo que pagar más de 300 CUC para hacer el
cambio de dirección.
dania@cubadentro.com