Dania
Virgen García
Keyla nació el 20 de marzo de 2012, en el Hospital de
Maternidad Obrera, en el municipio de Marianao, donde fue dada de alta el día
24 del mismo mes, aparentemente en buen estado de salud.
La madre de Keyla se nombra Mileydi y tiene 27 años de
edad. Su papá es Armando Jaime Chávez de 59 años. Ambos residen en la calle 128
número 816, entre 87 y 89, reparto El Palmar, en Marianao.
Al mes de nacida, la bebé Keyla comenzó a padecer de
insuficiencia respiratoria. Sus padres
la llevaron al Hospital Pediátrico de Marianao “Juan Manuel Márquez”, siendo
luego remitida hacia el cardio-centro del hospital “William Soler”, donde en un
ecocardiograma le detectaron una estenosis de las ramas pulmonares.
A raíz de esta enfermedad la niña tuvo tres ingresos.
El último fue de diez días. Estando ingresada en el hospital William Soler, los
médicos les comunican a los padres que la niña tenía que ser transfundida para
realizarle de inmediato una operación de corazón abierto. La pediatra, quien no
trabaja en el hospital, pero tiene un cargo provincial y es amiga de la familia y se encontraba
presente, ordenó suspender la operación
e indicó que le realizaran al instante otro eco-cardiograma.
Al tener los resultados la pediatra, les anunció a los
padres de Keyla que la patología que
presentaba su hija era producto de un medicamento que le fue suministrado a la
madre cuando se encontraba en el sexto mes gestación y fue ingresada por un ataque de asma en el Hospital Maternidad Obrera.
El diagnóstico de la enfermedad de la niña es que
tiene tupida una de las venas que van desde el corazón hacia los pulmones, y
que allí se ramifican y que son las encargadas de transportar el oxígeno.
Los padres se
encuentran muy angustiados por la situación de la niña, que ahora tiene tres
meses de nacida, en estado crítico de salud, producto de otra negligencia de la potencia médica cubana.
Además de Keyla ser una niña enferma, no puede lactar
porque su madre se quedó sin leche en
los senos.
Cuando la niña fue conducida la primera vez al
pediátrico de Marianao, su madre se
encontraba ingresada en un hospital producto de un folículo que le germinó en
los senos. Después de la intervención quirúrgica, se quedó sin leche. Los médicos
le prescribieron un certificado médico para que pudiera adquirir la leche
maternizada por tarjetón en la farmacia por la cantidad de diez bolsas de un
kilo cada una, por tres meses.
La niña Keyla pudo alimentarse el primer mes con las
10 bolsas. En el segundo mes recibió cinco bolsas que le fueron suministradas
en la farmacia sita en avenida 51 entre
124 y 126. Pero aseguran los padres de la niña que cuando fueron en busca de la
leche, una dependiente le dijo que la leche maternizada le había sido suspendida,
y que el gobierno cubano no tiene presupuestos para mantener a los niños en
estados críticos de esa índole. Además en forma de burla le manifestó que no
protestara ni se preocupara y que fuera a la tienda en CUC a comprar las latas
de leche con vitaminas que son de donación, que se venden entre siete y más
CUC, que allí no faltaban.
Keyla se
encuentra en estado crítico salud por negligencia médica y sin tener leche para
alimentarse ya que sus padres no tienen divisa para comprarlas en las tiendas
recaudadoras de divisa.
dania@cubadentro.com