Aimée Cabrera
En los últimos
tiempos se ha puesto de moda en Cuba la cremación de los cadáveres, en
ocasiones por voluntad del occiso, la cual cuenta con la aprobación familiar.
Esta acción era
considerada anticristiana, aunque el aumento de la población a nivel mundial y
el espacio cada vez menor para los enterramientos en los cementerios ha
conllevado a una flexibilidad eclesial al respecto.
Según una noticia
aparecida en la sección PANORAMA ECLESIAL del
suplemento dominical católico VIDA CRISTIANA, la Librería Editora
Vaticana reeditó por segunda vez el Rito de las exequias en la que se explica
cómo los católicos deben realizar esta práctica.
Este libro subraya
que no se deben esparcir las cenizas del difunto, luego de ser cremado, ya que
este procedimiento es contrario a la fe
cristiana, por lo que las cenizas deben ser enterradas.
Monseñor Ángelo
Lameri, de la Oficina Litúrgica Nacional de la Conferencia Episcopal Italiana
(CEI) explicó sobre el tema que, “aunque
no se opone a la cremación de los cuerpos cuando no se hace in odium fidei (por odio a la fe), sigue considerando que la
sepultura del cuerpo de los difuntos es
la forma más adecuada para expresar la fe en la resurrección de la carne, así
como para favorecer el recuerdo y la oración de sufragio por parte de
familiares y amigos”.
Fuente:
- Sobre la Cremación
(ACI/EWTN-Noticias) Sección Panorama Eclesial, publicación católica
dominical Vida Cristiana, 20 de
mayo de 2012 No 2478.
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