Dania
Virgen García
Desde Granja Cinco, una prisión de régimen especial de
la provincia de Camagüey, informó
Gleidis Caridad Montoya Tamayo, que ella y otra reclusa fueron
amenazadas de muerte por la interna Lucinda Orfi Conde, quien tiene varios
hechos de sangre.
El viernes 18 de mayo, a las 2 y 50 de la tarde,
ambas reclusas fueron alertadas por una funcionaria de orden
interior llamada Bertha de que la reclusa
Lucinda Orfi iba a agredirlas con la aprobación de las guardias y de la jefa de la Granja, a quien llaman “la
Perla Mayor”.
Refiere Montoya Tamayo que la reclusa Orfi se pasea
por toda la prisión con el consentimiento de la jefa de la prisión.
A esta reclusa le fue concedida una licencia
extrapenal, pero al mes de encontrarse en la calle fue revocada. Más tarde le
concedieron la libertad condicional, pero acudió al tribunal provincial y
manifestó a los jueces que si no era devuelta a la prisión les caería a pedradas.
Según la fuente, las guardias le temen por lo que la
reclusa hace lo que se le antoje.
Gleidis Caridad Montoya y Yosleidi Cartel manifiestan que temen por lo
que les pueda pasar. Todavía Montoya tiene un ojo afectado producto de una
golpiza.
Yosleidi Cartel, como castigo, fue enviada por un mes
a un cubículo aislado y sacada del trabajo. Lo que le pagaban era el único
dinero que poseía para mantener a sus
dos niños.
Las reclusas de esta prisión, unas 105, viven en condiciones deplorables. Los
cubículos no tienen iluminación. Durante más de dos meses las reclusas tuvieron
que orinar y defecar en potes plásticos de helados, porque la mayoría de
los excusados se encuentran tupidos. En
la prisión hay filtraciones, algunas de
aguas albañales, que ocasionan mucha
fetidez. Los tanques de agua potable son criaderos de mosquitos y de otras
sabandijas. Reciben agua dos veces al día. Sólo les permiten hacer llamadas
telefónicas una vez a la semana, pero los teléfonos no funcionan.
El MININT ha manifestado en varias ocasiones que no
tienen presupuesto para reparar la prisión.
La alimentación es pésima: solo dan coditos y harina.
Afirman que no hay presupuesto para comprar arroz ni otros alimentos. Para las
diabéticas y otras enfermas la alimentación es la misma.
La asistencia médica
es defectuosa. Hay una sola doctora que rota por varias prisiones. La otra doctora, según informaciones, se
encuentra ingresada en un hospital siquiátrico.
En Granja Cinco hay dos mujeres embarazadas, y una
recién parida, cuyo niño nació diabético.
En la prisión extingue sanción una interna con
problemas siquiátricos llamada María Peña Maldonado, quien recientemente
permaneció aislada en un cubículo tres días, con ataques, esposada y desnuda.
Refiere la fuente que a Granja Cinco son traídas reclusas de todas las prisiones del país que
tienen problemas de disciplina, para someterlas a castigos de régimen especial.
Pero las celdas de castigo no se están
usando por estar en muy malas condiciones.
dania@cubadentro.com